El viernes que Cuba entera se apagó
Publicado 25 oct 2024 El tiempo de lectura 6 minutos Sdílet: Sdílet článekEl 18 de octubre de 2024, a las 11 de la mañana, Cuba entera se apagó. El régimen confirmó la "desconexión total del Sistema Electroenergético Nacional". Inmediatamente residentes en todas las ciudades del país reportaron cortes de electricidad. La crisis energética no era nueva: gran parte de la isla se encontraba con apagones diarios de entre 12 y 15 horas desde hace semanas; sin embargo, La Habana era intocable. Solo hasta el viernes anterior.

El llamado Sistema Electroenergético Nacional (SEN) volvió a caerse unas cuatro veces más durante el fin de semana. Cuatro horas, 20 horas, 40 horas, más de 60 horas y contando. Se reportaron localidades con apagones ininterrumpidos de hasta 80 horas.
La joven Jessica Toirac Matos, residente en el municipio Baracoa, de la provincia Guantánamo, estuvo cinco días sin electricidad. Esta zona oriental de la isla, además, sufrió el embate del huracán Oscar, de categoría 1, dos días después del apagón nacional.
“El apagón aún se está viviendo aquí en el municipio Baracoa porque por acá pasó un ciclón también. Desde el viernes (18 de octubre) hay apagón general. Antes de eso, cuando ponían la corriente, te van dando cuatro horas de electricidad y te la quitan”.
“Los alimentos ahora mismo están casi echados a perder. No han dado nada, el Gobierno no ha vendido nada. Todo hay que comprarlo por la calle y carísimo”, agregó Toirac Matos.
“Estuve 48 horas seguidas sin electricidad”, explicó el periodista independiente y exprisionero político, Carlos Michael Morales, quien reside en el municipio Caibarién, de la provincia Villa Clara, ubicada en el centro del país.
“Miles de personas en esta provincia se han quedado sin comer porque es la electricidad el principal combustible que utilizan los cubanos para cocinar. También los alimentos, como los cárnicos se han echado a perder y se han convertido en comida para los cerdos. Esto es una situación dura porque los cárnicos en Cuba tienen precios extremadamente elevados. Mi barrio ha vivido esta situación como una verdadera pesadilla. Otro hecho es que prácticamente no se puede dormir porque el calor es abrasador y hay muchos mosquitos que hacen imposible conciliar el sueño”, declaró Morales.
La situación del fin de semana se hizo insostenible pues, con la falta de electricidad vienen otros males: cortes de agua y pudrición de alimentos.
A lo anterior se le añade la paralización de la economía. Desde el 17 de octubre, un día antes del apagón nacional, el régimen cubano anunció varias medidas de impacto que le ponían pausa al país. Sólo permanecerán habilitados los centros vitales, como los hospitales y los destinados a la producción alimentos. Se suspendió la totalidad de las clases hasta el 27 de octubre, así como actividades culturales y de ocio. En los centros laborales solo permencerá personal ‘indispensable’.
Desde la ciudad de Cienfuegos, Ana* dijo que en su barrio se ha normalizado estar tantas horas sin electricidad. “Donde yo vivo siempre está en apagón nacional, porque aquí quitan la corriente a diario. Prácticamente estamos adaptados a vivir sin corriente ya”.
En su vivienda hubo un corte inicial de 18 horas seguidas, dos horas de restablecimiento y nuevamente apagón. “Así estamos”, explicó, con un promedio de tres horas de electricidad diarias.
Sobre la inminente pérdida de los alimentos, Ana* comentó que “la mayoría de la gente ha tenido que hervir la carne y comérsela. Los refrigeradores no llegan a congelar los productos”.
“La provincia de Cienfuegos parece que está adaptada a vivir sin corriente. Llevamos casi un año quitándonos la corriente y cada vez nos aumentan más la cuota de déficit”, agregó la cubana.
UNA AMENAZA QUE YA SE VIVIÓ ANTES
Escudado bajo un uniforme militar, el presidente designado de Cuba, Miguel Díaz-Canel, lanzó amenazas contra las personas que se manifiesten en las calles por esta situación.
"No vamos a aceptar ni vamos a permitir que nadie actúe provocando hechos vandálicos y mucho menos alterando la tranquilidad ciudadana de nuestro pueblo. Eso es una convicción y eso es un principio de nuestra revolución", declaró el mandatario en una comparecencia especial el 20 de octubre.
Además, llamó 'borrachos' a quienes protestan y lanzó nuevamente una amenaza: "No les vamos a permitir alterar el orden ciudadano".
Para secundar al presidente, también el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, reconoció que se han registrado ‘incidentes mínimos’ a raíz del apagón masivo.
En una conferencia de prensa con medios internacionales, De la O calificó las protestas que han tenido lugar en las últimas horas de ‘indecentes’ y se refirió a las personas que participaron como "el cobarde que no razona y el que se vende".
Las amenazas también están en cada cuadra y avenidas de las principales ciudades del país. Existen reportes de fuerte militarización en Santiago de Cuba, Santa Clara, Camaguey y Cienfuegos, entre otras. Una fuente confirmó que hay órdenes del alto mando de ‘movilizar’ a militares y demás agentes del orden para reprimir, en caso de que ‘sea necesario’.
EL CACEROLAZO Y LA CALLE COMO RESPUESTA AL APAGÓN
A pesar de las amenazas veladas y la fuerte militarización en la isla, los ciudadanos realizaron protestas en las calles y cacerolazos desde sus viviendas. Las manifestaciones más fuertes, como era de esperarse, se registraron en La Habana.
“Libertad, libertad”, se escuchó en un toque de cazuelas en Centro Habana, barrio muy populoso de la capital.
“Díaz-Canel singao”, una popular frase de rechazo al mandatario, también sonó fuerte en el barrio San Leopoldo, de La Habana.
En el municipio Manicaragua, provincia Villa Clara, decenas de personas salieron a la calle y se les vio protestando frente al gobierno municipal, que sí tenía electricidad.
Entre el 18 y el 21 de octubre, la organización Justicia 11J subregistró unas 43 protestas populares.
“Defendemos el derecho a la protesta que demanda el restablecimiento del servicio energético en medio de esta crisis agravada, así como el derecho a los ciudadanos a exigir en todo momento al Estado que se les respeten todos sus derechos, ya sean sociales, económicos, culturales, civiles o políticos. Condenamos las recientes declaraciones del presidente Miguel Díaz Canel, que criminaliza a los manifestantes pacíficos que, pese a todo el temor real a la represión, han salido a las calles sin más armas que sus consignas”, señaló la organización independiente.
También pidieron a la comunidad internacional “que dé oportuno seguimiento a los eventos en la Isla, tanto a los de protestas, como de represión por parte de las autoridades estatales, pues tememos que, de no restablecerse el servicio eléctrico, continúen las protestas masivas, y con ellas, las detenciones arbitrarias a los manifestantes. A su vez, solicitamos el apoyo de la sociedad civil y la ciudadanía, para identificar a todas las personas que desde ya puedan estar siendo víctimas de cualquier tipo de represalias, en relación con los eventos de estos últimos días”.
Al cierre del 22 de octubre, cinco días después del apagón nacional, según datos oficialistas, el 70% de la población tenía electricidad. Sin embargo, los apagones continúan siendo muy prolongados en gran parte del país, sobre todo en zonas rurales.