Las mipymes, el grupo Wagner de Cuba

Publicado 5 ene. 2024 El tiempo de lectura 4 minutos
Las mipymes, el grupo Wagner de Cuba
© Foto: Eye On Cuba

Boris Titov, jefe del Consejo Empresarial Rusia-Cuba en declaraciomes a la Agencia TASS, comparo, recientemente, a Cuba con la Unión Soviética de los años 80. Agregó que la situación preocupa al régimen de La Habana.

A la vez, Titov ha creado por su cuenta, es su propietario, un centro comercial en la capital cubana, donde venden, a través de la tarjeta MDC (Moneda Libremente Convertible) alimentos y útiles domésticos entre otros artículos.

A tenor con esta nueva etapa de acercamiento total a Rusia, donde la nación euro-asiática está de nuevo en el rol de metrópoli de la isla antillana; se han creado en Cuba, de dos años a la fecha, más de ocho mil mipymes.

Esas rutilantes entidades de producción y servicio, que el régimen dice son privadas, fueron autorizadas a operar en tres modalidades, pequeñas, medianas y grandes.

Las pequeñas tienen hasta 25 empleados, las medianas hasta 50 y las grandes hasta 100. Un simple cálculo matemático demuestra que se necesitan millones de pesos para crear y poner en marcha cualquiera de esas mipymes. Hay que rentar o comprar un local, pagar salarios, comprar materia prima, maquinarias; en fin, crear una infraestructura y luego buscar mercados para comenzar a recuperar, en los primeros tiempos, la inversión.

Pero sabido es que en Cuba, durante decenios, no se han permitido las fortunas personales. Entonces ¿de dónde salieron, de pronto, tantos millonarios?

Además, no se conoce, como sucedia con las llamadas Cooperativas no Agrepecuarias, de nadie que no comulgue con el régimen que le hayan autorizado y reconocido oficialmente una mipyme.

En conclusión, esas entidades no son para nada creadas con capital privado, y sí mucho, o todo, establecidas por el Estado para cumplir con funciones que, el propio Estado, por circunstancias específicas, no puede llevar a cabo ni en el exterior ni en el interior del país, es decir algo así como una versión caribeña del grupo Wagner de sus padrinos rusos.

Hacia el exterior, buscando algo de credebilidad. El mensaje es, sobre todo, para Estados Unidos y la Unión Europea; está explicito, no implicito, en Cuba ya existe capital privado, por lo tanto es posible la inversión fóranea sin riesgo a perderlo todo en el momento menos pensado.

Intramuros las mipymes puieden comerciar, como lo están haciendo, productos de primera necesidad a precios que el Estado no puede vender en sus comercios porque el costo político sería alto.

A su vez el mensaje interno es que en Cuba ya se puede ser rico, por lo tanto los cambios ya comenzaron, no políticos, pero sí económicos, y eso, lógicamente, es algo importante.

Hace poco, unos dos meses, el viceprimer ministro y ministro de economía y finanzas, Alejandro Gil, se “quejó” de que las mipymes habían importado artículos por 160 millones de dólares para el comercio interno en vez de producir dentro del país.

¿De dónde sacaron las mipymes esa cantidad de millones de dólares si en las casas de cambio sólo es posible adquirir, con muchas restricciones, 100 dólares estadounidenses a 123 pesos por unidad?

En Cuba no hay libre importación, hay que hacerlo a través de una institución . estatal. ¿Quién autorizó esa cuantiosa operación que, presuntamente, el ministro de economía y finanzas, desconocía?

Las mipymes venden libremente, a veces hasta en parques, por ejemplo, un frasco de aceite de cocina, de 900 ml, en 550 pesos; un kg de leche en polvo (a los niños, desde hace mucho tiempo, le retiran la cuota de leche de la libreta de racionamiento a los 7 años de edad), entre 1 600 y 1 800 pesos; 250g de pasta alimenticia, 150 pesos, una cerveza de 237ml, en 108 pesos; una caja de muslos de pollo de 15 kg, 8 500 peros en La Habana y 8 000 en otras partes del país.

El salario mínimo en Cuba es de 2,400 pesos mensuales, el promedio es de algo más de 4,000. Mientras que muchos pensionados reciben sólo 1,526 pesos mensuales, con esos dineros es imposible obtener los productos básicos para la alimentación. Los que venden por la libreta de racionamiento a precios un tanto razonable, alcanzan, a mucho estirar, para unos 10 días.

De todas formas, la sinergia está presente en todo tipo de acciones. Entonces pueden surgir de las mipymes cosas inesperadas. Pero si en algún momento se les ocurre marchar hacia La Habana, emulando a sus pares rusos en el intento de llegar a Moscú, esperamos no se detengan en la orilla del Rubicón, lo formidable sería lo cruzaran.    

Autor: José Antonio Fornaris, Eye on Cuba

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